martes, 12 de octubre de 2010

La otra guerra

Hoy no voy a hablar de canicross, pero también se podría extrapolar allí lo que me ocupa.
He corrido un 10K en San Sebastián de los Reyes y he ido para hacer de liebre a un amigo. El objetivo era bajar de 45 min, y el resultado ha sido un lejano 48:47. La verdad es que elegimos mal el campo de batalla. Un constante sube y baja, con 424 m. de desnivel hacia arriba y otros tantos hacia abajo, muchas curvas muy cerradas que cortaban el ritmo y apenas una tirada larga donde cogerlo. Pero ésta no es la cuestión.
Normalmente voy delante en las carreras, suelo llegar entre los puestos 25 y 30 (curiosamente apenas varia esta posición, con independencia de la gente que participe), mis pulsaciones medias están en torno a 173 y máximas de 180, más o menos. Hoy he ido a 139 de media y 159 de máxima. Realmente ha sido un paseo que me ha permitido ir viendo que atrás también se sufre y si cabe, se sufre más. Hay de todo, gente claramente desentrenada, gente con sobrepeso, gente mayor, pero todos sufren, todos intentan dar lo mejor de sí mismo ese día. Las caras lo decían todo. Cuando vas apretando delante, con el corazón en un puño, piensas que los que te siguen van sobradillos, que participan en la carrera para pasar el rato, pero no. Los que vienen detrás van jodidos y si me apuras, lo pasan peor. Yo acabo habitualmente en 36 minutos un 10K, pero hay gente que pasa 10, 15 y 20 minutos más que yo sufriendo lo suyo.
Desde aquí mi reconocimiento. A partir de ahora, cuando acabe la carrera y sigan llegando corredores después de que me haya cambiado sabré que ellos también lo dan todo.

domingo, 10 de octubre de 2010

Ni mejor, ni peor

El jueves pasado, Brujo se lesionó. Algún imbecil, además de guarro e incívico, tiró una botella en el monte y Brujo se cortó con ella. Resultado: varios puntos en la pata y un tendón cortado de la pata trasera. No le quedarán secuelas, pero le ha dejado en el dique seco por tres semanas.
La cuestión es que ahora estoy corriendo solo con Nara.
Para poneros en antecedentes, Nara, una preciosa hembra de pastor alemán de trabajo, ha sido mi compañera de entrenos durante cinco años, pero en junio pasado adoptamos (lo pongo en plural porque Nara también intervino en la decisión) a Brujo. Este fenómeno de la naturaleza, que simplemente ha nacido para correr, sin más, ha pasado a ser mi compañero de fatigas en el canicross y ahora Nara corre a su aire. Entrena con nosotros pero va suelta. La ecuación tiene un resultado muy bueno. A Nara le encanta correr suelta persiguiendo cualquier cosa que se mueva, a Brujo le encanta correr atado y tirando y yo estoy encantado de que mis dos perros disfruten. Todos ganamos.

Pero lo que me ocupa de este tema, son las diferentes sensaciones que tengo corriendo con uno u otro. Con Brujo, todo es sensación deportiva. Desde el primer metro, hasta el último, todo es esfuerzo máximo. Máxima potencia, máxima agonía, dar todo en todo momento. Simplemente es canicross al ciento por ciento. Los que han probado a Brujo saben de qué hablo. No tiene igual. Seguramente habrá algún perro como él en el circuito, pero ninguno mejor. Pondría la mano en el fuego.
Con Nara es diferente. Haciendo una comparación, es como la amante y tu mujer. Nara es mucho más relajada en el tiro, las sensaciones son más íntimas, más previsible, la sensación de que estoy corriendo conmigo mismo, cuando corro con ella son muy especiales. Con Brujo es pasión, es disfrutar el momento.
No cambiaría a ninguno de los dos. La clave está en saber a qué perro atarte según qué día. Ésa es la verdadera clave de esta vida. Saber elegir adecuadamente. Saber qué te conviene en cada momento y disfrutar de los matices de las diferentes opciones que te ofrece la vida.
Espero seguir durante mucho tiempo compartiendo salidas por el monte con los que son mis más fieles compañeros.

Larga vida  a Nara y a Brujo.

Buen canicross a todos.

El Casar

El domingo pasado inaguramos la temporada de canicross en El Casar, provincia de Guadalajara. El resultado fue casi bueno. Me explicaré, aunque sé de alguien que me echará la bronca si lee lo que voy a escribir.


El balance, y me adelanto en varias lineas a lo que será el resumen de todo esto, fue muy positivo, pero hubo un pequeño detalle que, sin dejar mal sabor de boca, no puso el broche de oro a la puesta de largo de Brujo en competiciones oficiales.

La cuestión es que siendo Veteranos, mejor dicho, siendo yo veterano, que Brujo sería apenas Senior, quedamos segundos de la general. Y la verdad, me hubiera gustado ganar, pero bueno, otra vez será.

Lo que incluna realmente la balanza al lado positivo es que tuve ansia de ganar. Llegué a meta que me moría, subido de pulsaciones y con la respiración que explotaba, pero nada comparable con esa sensación de querer ganar. Nos quedamos tres corredores, a la postre, el segundo, tercer y cuarto puesto, juntos desde el kilómetro segundo y fue en el último cuando se decidio, o mejor dicho, decidí apretar para ganar y lo hice. Me gustó la sensación. Cuando llegas a meta y ves que has dado todo, te reconforta. El esfuerzo se pasa, pero el orgullo de haber dado lo mejor ese día, sobrevive mucho tiempo.

Esta temporada, corriendo con Brujo, promete muchos podios en canicross. Ya iré informando de nuestras perras carreras.


Buen canicross a todos.